Segundo premio: XIV Certamen Internacional de Microrrelatos Cardenal Mendoza 2025
SOBREVIVIR A PAPÁ
La conocí en la boda de mi ex. Brindamos por los novios con cava y acabamos vomitando detrás del photocall. Era guapa. No se parecía a las demás.
—¿Tienes casa? —preguntó, limpiándose los labios con mi pañuelo.
—Y padre, pero estamos de suerte.
Nos fuimos al piso de mi viejo, que seguía ingresado.
—Colecciono botellas vacías —exclamó, al ver el mueble-bar.
—Yo las prefiero sin abrir —acerté a decir.
Eligió bien la bebida y subimos a la azotea. Ahí descubrí que el brandy de Jerez sabe mejor cuando la copa es un ombligo perfecto. Ella también lo probó. Hicimos el amor con la desvergüenza justa para poder mirarnos a la cara en el desayuno. No hizo falta: tomé el café solo. Ella no estaba; el brandy, tampoco.
Mi padre apareció una semana después. Lo primero que preguntó fue si había abierto su botella.
—No, papá. Tampoco sobrevivió.
Pedro Pablo López Pertíñez
 
 
